Bienvenidos al Diccionario de Salud de Summa Lab, una herramienta diseñada para brindarte información clara y precisa sobre términos médicos, conceptos de bienestar y suplementos nutricionales.
En este diccionario encontrarás definiciones de conceptos clave relacionados con la salud, el funcionamiento del cuerpo y el uso de suplementos, todos términos que forman parte del manejo general en Summa Lab. Nuestra misión es asegurarnos de que comprendas los principios detrás de nuestros productos y cómo pueden contribuir a mejorar tu bienestar diario.
Además, aprenderás sobre los beneficios de utilizar nuestros suplementos, los cuales están formulados con ingredientes de alta calidad, cuidadosamente seleccionados para apoyar tanto tu bienestar físico como mental.
El objetivo de Summa Lab es ofrecerte las herramientas necesarias para tomar decisiones informadas sobre tu salud, mejorando tu calidad de vida a través de productos confiables, efectivos y respaldados por el conocimiento científico.
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Nutrientes esenciales que el cuerpo no puede producir por sí mismo. Son componentes básicos de las grasas en los alimentos y tienen un papel vital en el funcionamiento celular, la salud cerebral y la producción de energía. Los ácidos grasos omega-3 y omega-6 son los más conocidos.
Moléculas que forman las proteínas, esenciales para la reparación de tejidos y la producción de enzimas y neurotransmisores. Existen 20 tipos, de los cuales nueve son esenciales, es decir, deben ser obtenidos de la dieta.
Condición en la que el cuerpo no tiene suficientes glóbulos rojos o hemoglobina, lo que resulta en un suministro reducido de oxígeno a los tejidos. Los síntomas incluyen fatiga, palidez y dificultad para respirar. Puede ser causada por deficiencia de hierro, vitamina B12 o folato.
Compuestos que protegen al cuerpo del daño oxidativo causado por los radicales libres, que pueden contribuir al envejecimiento prematuro y a diversas enfermedades crónicas. Se encuentran en frutas, verduras y ciertos suplementos como la vitamina C y la vitamina E.
Mineral fundamental para el desarrollo y mantenimiento de huesos y dientes fuertes. También participa en la función muscular, la coagulación sanguínea y la transmisión de impulsos nerviosos. Se encuentra en productos lácteos, vegetales de hoja verde y pescados como las sardinas.
Principal fuente de energía para el cuerpo. Se dividen en carbohidratos simples (azúcares) y complejos (fibra y almidones). Fuentes de carbohidratos incluyen panes, pastas, frutas y verduras. Los carbohidratos complejos son más recomendables por su contenido de fibra y su capacidad para mantener los niveles de energía estables.
Proteína estructural que se encuentra en la piel, huesos, cartílagos y tejidos conectivos. Los suplementos de colágeno son populares para mejorar la elasticidad de la piel, fortalecer las uñas y el cabello, y apoyar la salud de las articulaciones.
Sustancia grasa presente en las células del cuerpo, necesaria para la producción de hormonas y vitamina D. Se divide en colesterol "bueno" (HDL) y colesterol "malo" (LDL). Niveles elevados de colesterol LDL pueden aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas.
Depósitos duros formados por minerales y sales que se acumulan en los riñones. Pueden causar dolor intenso al moverse a través del tracto urinario. Su prevención incluye beber suficiente agua y reducir la ingesta de sodio.
Enfermedad crónica que afecta la capacidad del cuerpo para regular los niveles de glucosa en la sangre debido a la producción insuficiente o el mal uso de insulina. Existen dos tipos principales: diabetes tipo 1 (autoinmune) y tipo 2 (generalmente relacionada con la obesidad y el estilo de vida).
Azúcar simple que actúa como la principal fuente de energía del cuerpo. Se encuentra en alimentos ricos en carbohidratos como pan, pasta, frutas y verduras. El cuerpo convierte estos carbohidratos en glucosa, que es transportada a las células por la insulina para su uso como energía.
Grasas insaturadas que apoyan la salud cardiovascular, reducen el colesterol malo (LDL) y mejoran el colesterol bueno (HDL). Las principales fuentes son el aguacate, aceite de oliva, nueces y pescados grasos como el salmón.
Mineral esencial para la producción de hemoglobina, una proteína que transporta oxígeno en los glóbulos rojos. La deficiencia de hierro puede causar anemia, que se caracteriza por fatiga y debilidad. Fuentes de hierro incluyen carnes rojas, legumbres, y verduras de hoja verde.
Presión arterial alta, una condición crónica que aumenta el riesgo de enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares. La hipertensión puede ser hereditaria o provocada por factores como el estrés, el consumo excesivo de sal o la falta de actividad física.
Mineral que participa en más de 300 reacciones bioquímicas en el cuerpo, incluyendo la función muscular, la producción de energía y la regulación de la glucosa en sangre. Fuentes comunes de magnesio incluyen almendras, espinacas y aguacates.
Suplemento que combina varias vitaminas y minerales, diseñados para complementar la dieta y cubrir posibles deficiencias. Es comúnmente utilizado para mantener un equilibrio de nutrientes esenciales, especialmente en personas con dietas restringidas o estilos de vida acelerados.
Ácidos grasos esenciales que promueven la salud cardiovascular y cerebral, reduciendo los niveles de triglicéridos y la inflamación. Se encuentran en alimentos como el salmón, el atún y las semillas de chía, o como suplementos.
Enfermedad que debilita los huesos, haciéndolos más frágiles y susceptibles a fracturas. Es más común en personas de edad avanzada, especialmente en mujeres posmenopáusicas. La prevención incluye una dieta rica en calcio y vitamina D, y ejercicio regular.
Microorganismos vivos que, cuando se consumen en cantidades adecuadas, aportan beneficios a la salud intestinal y el sistema inmunológico. Se encuentran en alimentos fermentados como el yogur, el kéfir y el chucrut, o como suplementos.
Moléculas formadas por aminoácidos que desempeñan múltiples funciones en el cuerpo, como la construcción y reparación de tejidos, la producción de enzimas y hormonas, y el mantenimiento del sistema inmunológico. Fuentes de proteínas incluyen carne, pescado, huevos, legumbres y productos lácteos.
Moléculas inestables que pueden dañar las células, contribuyendo al envejecimiento y al desarrollo de enfermedades como el cáncer. Los antioxidantes ayudan a neutralizar los radicales libres, reduciendo su impacto dañino en el cuerpo.
Conjunto de órganos y vasos sanguíneos que incluyen el corazón, arterias y venas, responsables del transporte de sangre, oxígeno y nutrientes a todo el cuerpo. Un sistema cardiovascular saludable es clave para prevenir enfermedades cardíacas.
Conjunto de órganos que procesan los alimentos, absorbiendo nutrientes y eliminando desechos. Incluye la boca, esófago, estómago, intestinos y órganos accesorios como el hígado y el páncreas.
Red de células, tejidos y órganos que trabajan juntos para defender al cuerpo contra infecciones y enfermedades. Incluye los glóbulos blancos, ganglios linfáticos y el bazo, que juntos combaten patógenos como bacterias y virus.
Compuesto por huesos, músculos, cartílagos, ligamentos y tendones, este sistema proporciona soporte estructural y permite el movimiento del cuerpo. Es vital para la actividad física y la movilidad diaria.
Tipo de grasa presente en la sangre. El cuerpo convierte las calorías no utilizadas en triglicéridos, que se almacenan en las células adiposas. Altos niveles de triglicéridos pueden aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas.
Un grupo de ocho vitaminas esenciales que desempeñan funciones clave en el metabolismo celular, la producción de energía y la salud del sistema nervioso. Estas vitaminas incluyen:
Vitamina esencial que contribuye a la formación de colágeno, la absorción de hierro y el mantenimiento del sistema inmunológico. También actúa como antioxidante, protegiendo las células contra el daño oxidativo.
Es clave para la absorción de calcio y fósforo, lo que es fundamental para la salud ósea. La deficiencia de vitamina D puede causar debilidad en los huesos y enfermedades como la osteoporosis. Se obtiene de la luz solar y de alimentos como el pescado graso y productos lácteos fortificados.
Un potente antioxidante que protege las células del daño causado por los radicales libres. También juega un papel importante en la función inmunológica y la salud de la piel. Se encuentra en aceites vegetales, nueces y semillas.
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